Ayer fue un día triste para el deporte, para todos aquellos a los que nos gusta, para los que animan a sus familiares, amigos o simplemente animan. Dos explosiones cerca de la línea de meta, en la Marathon de Boston, se llevo por delante vidas e hiriendo a centenares.
Un día de fiesta para una ciudad, que cuenta con una de las maratones más famosas e importantes del mundo. Con mas de 20000 participantes, llegados de todo el mundo, dispuestos a pasarlo bien practicando su deporte favorito. El momento de la llegada a meta es de los más emotivos de una maratón, lo se porque he corrido tres, y llega uno deseoso de compartir con los suyos la felicidad de haberla acabado.
La comunidad del deporte no será la misma después del día de ayer. Apoyo para todos los familiares, amigos, acompañantes, espectadores y deportistas.
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