Conseguí mejorar mi tiempo en los 21,097 km en la pasada edición de la media maratón de Barcelona, mejorando el reciente tiempo obtenido en la edición de este de este año de Mitja de Granollers. Finalmente ha sido 1h21'05", lástima de esos 5 segundos que me me hubiesen permitido estar en sub1h21.
Contento con el resultado, afronté la Maratest (22 de febrero) con vistas a la maratón de Barcelona (15 de marzo), justo una semana después de la media de Barcelona. Banco de pruebas para ver como estaba para completar los 42 km de la distancia mítica.
Aquí viene lo malo, ya que acabé los 30 kilómetros de la Maratest pero no de la forma que me hubiese gustado. Con problemas desde el kilómetro 18, y sufriendo desde el 25. Debiendo parar a caminar en un par de ocasiones.
¿A qué ha sido debido ese bajón? Pues seguramente fue causa de un exceso de confianza por mi parte, corriendo a un ritmo más rápido del indicado. Un viento fuerte en algunas partes del recorrido, y tal vez algo de relacionado con la alimentación de los días previos. Siendo los dos primeros los que los que me provocó un desgaste de energía temprano, lo que me provocó un vacío casi completo. Por suerte pude acabar la prueba, pero de ser una distancia mayor hubiese abandonado la prueba.
Me la jugué bastante, porque la flojera que tenía bien podía haberme provocado un desmayo. Así que si eso me vueve a suceder, prefiero el abandonar y no jugar con la salud. De todo se aprende, y yo ese día aprendí un par de cosas: no confiarse por muy bien que uno se vea, ya que las carreras son largas, y no vale la pena jugársela.
Pasado el mal rato de la Maratest, ahora toca pensar en la maratón la cual está a 10 días. Entre medio quedan algunas salidas para correr, y algunas piscinas para recuperar las piernas.
Próxima cita la Maratón de Barcelona, mi quinta participación.