martes, marzo 18, 2014

Mi maratón. Más que 42,195 km

El domingo 16 de marzo corrí la que fue mi cuarta maratón de Barcelona. Mi intención, desde el primer momento que me apunte a la carrera, no era la de hacer un bien tiempo. Ya que no había estado entreanfno para ello, a pesar de la cantidad de kilómetros corridos.
Esto me llevo a indicar a la hora de la inscripción, un tiempo previsto entre las 3:15 y las 3:30. Adjudicandome el dorsal de color rojo, segundo cajón por detrás de los corredores de elite.
Pero es lo que tiene la emoción del momento, te dejas llevar por la emoción y el entusiasmo de la gente que te rodea.
Empece tranquilo, manteniendo un ritmo cómodo, y adecuado a la cantidad de gente que se concentraba en los primeros kilómetros. Luego a la que la cosa se iba despejando, debido a los 5 km iniciales con ligera subida, fui apretando el ritmo.
Las sensaciones eran buenas, a excepto de alguna leve molestia en la rodilla derecha, rodilla que el año pasado me dejo tirado en la maratón de Madrid. Pero podía seguir.
El tiempo iba pasando y con el los kilómetros, más recorridos y menos por recorrer. Al finalizar los 10 primeros, vi que iba unos 4 minutos por debajo del tiempo, que me había planteado al inicio, por lo que pero a rondar mi cabeza la posibilidad de acercarme a las 3 horas.
Esa idea ya no me abandonó en lo que quedaba de carrera. Algunos tramos apretando más y en otros aflojando, tocaba controlar para llegar.
Rebasadas las liebres de las 3 horas, me empece a venir arriba, y ver que la posibilidad era bien posible. Pero en la parte final empece a tener dudas, y serias. En cada uno de los avituallamientos aprovechaba para echarme agua por la cabeza, con tal de combatir el calor. No se sí fue excesiva calor, ritmo más fuerte del que debía llevar o tal vez algo de alimentación, empezaron a provocarme un bajón. Había topado con el muro? Pues puede que un poco si. La idea de abandonar y parar porque no podía más, empezó a rondar mi cabeza. Y el ver a gente parada no ayuda a tirar.
Las piernas no podían más, la cabeza decía que parase YA!, tocaba tirar de corazón. Conseguir la idea que me vino al inicio de bajar de las 3 horas.
El último tramos de paralelo de me hizo eterno, la curva a a derechas que lleva al arco de meta, parecía no llegar nunca. En lugar de acercarse parecía que se alejaba, la gente animaba pero yo lo único que quería era acabar ya y ponerme a andar.
Finalmente allí estaba yo, cruzando nuevamente la línea de meta por debajo de las 3 horas (2h59'23" tiempo oficial). Mi cuarta participación la recordare por el sufrimiento de los últimos kilómetros, y ver que fui capaz de  no parar. No hacer caso a las ideas que pasaban por la cabeza de echar andar antes de llegar a meta.
Ahora toca recuperar y pensar en lo que esta por venir que no es poco. Carreras de la 10k, marchas ciclistas, triatlones y empezar con carreras de montaña.

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