El maillot de FINISHER 2013 en L'Etape Barcelona-Andorra. Y lo mío me ha costado, tras más de 9 horas sobre la bicicleta dándole a los pedales.
El día empezó de madrugada, acudiendo a la línea de salida y buscando un lugar en el cajón. Allí pude comentar con otros compañeros que también iban a participar en la prueba, aspectos del recorrido. El clima pintaba que iba a hacer bueno, el fresco de la mañana ayudaba a despejarse, y la no presencia de nubes en el cielo indicaba que tendríamos un día de sol y calor.
Tras iniciar la marcha de manera calmada, la cosa fue cogiendo velocidad y los grupos empezaron a formarse. Mi idea era la de marcarme el ritmo y mismo, y no dejar llevarme por otros, que lo único que me podrían provocar es un desgaste prematuro. Por lo que escogí en que grupos podría estar.
La prueba fue marchando bastante bien, hasta el punto de llegar y afrontar Serra-Seca. Rampas con desniveles altos, parecían no tener fin. Requería forzar las piernas y escuchar a la bicicleta quejarse por esfuerzo. Pero una vez superado una larga bajada (muy chula, en la que aproveché para rellenar uno de los bidones en una fuente), tocaba pensar en Andorra la Vella.
Después de cruzar la frontera y llegar a Andorra, mi primer objetivo se cumplio y tocaba pensar en el siguiente Arcalis (2200 m de altitud). Varios tramos del recorrido he ido solo, siendo yo el que se marcaba y
el que se exigía. Esto fue lo que hice hasta coronar el puerto. 10 kilómetros que parecían no tener fin, curva tras curva en las que parecía que había un leve descanso para beber algo de agua, y pensar que ya quedaba menos.
Y al fin! allí estaba la línea de meta, la mayor distancia que he completado en bicicleta de carretera hasta la fecha, y sin duda lo más duro. Para compartir este momento, allí estaban mis padres dándome ánimos en los últimos metros. Gracias!
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